Libros infantiles.

 A estas edades los cuentos no suelen llamarles mucho la atención porque les cuesta seguir la historia. 

Es preferible mostrar libros con imágenes donde ellos tengan que interactuar con ellos para descubrir su contenido, realizar acciones, etc. Es importantísimo darle emoción a la presentación del libro y modular nuestra voz para mantener la atención sobre la actividad. Es conveniente que los objetos que aparezcan en el libro puedan ser identificados en su vida cotidiana. Cuando se trate de un cuento el narrador debe repetir trozos y estribillos.

Os presento algunas ideas:

El libro misterioso.

La estrategia que utilizo es la siguiente:

Todas las imágenes están tapadas por papel de seda o cartulina, De modo que para saber que se esconde detrás deberá levantar el papel que lo cubre.

En primer lugar presento el libro de forma emotiva."A ver, a ver....". Soplo el libro y lo giro sobre mis manos. Abro el libro por la primera página y le pregunto ¿Que hay escondido?. La curiosidad del niño hará que levante el papel y diremos "guau es un.....". A continuación cerraremos el libro y repetiremos el ritual. Una vez acabado podemos repetir el mismo proceso pero sin decir que objeto/animal se esconde debajo haciendo pausas para provocar la comunicación del niño.





Libros sensoriales.

Podemos comprar o fabricar nuestros libros interactivos en los que se pueden tocar distintos tipos de texturas o realizar numerosas actividades de forma activa. Os dejo algunos ejemplos:

                                     Toca la imagen para ver su contenido.



Cuentos interactivos.

Existen en el mercado gran variedad de libros en los que el niño puede manipular elementos o figuras que pueden encajar y desencajar dentro de las páginas.

Es conveniente que tenga poco texto y sencillo, fácil de comprender.