Entendemos por ecolalia la repetición, o imitación, de palabras o de movimientos, que se han sido escuchadas previamente. Éstas imitaciones pueden ser más o menos exactas y repetidas inmediatamente después de haberlas escuchado (ecolalia inmediata), o bien algún tiempo después (ecolalia retardada o diferida). Existen también variantes en función si reproduce exactamente lo mismo en el mismo orden o bien existen variaciones en el que se introducen nuevas palabras o modificaciones (ecolalia mitigada o expandida).
La ecolalia puede aparecer de forma natural en el proceso de adquisición del lenguaje, durante los primeros treinta meses de vida (ecolalia evolutiva), cuando se están adquiriendo las habilidades comunicativas, que responde a estrategias de imitación para el desarrollo de un sistema lingüístico más complejo.Las autorrepeticiones sirven para que el pequeño tenga más oportunidades de oír los mismos o parecidos enunciados, y , por tanto, pueda retenerlos y aprenderlos mejor.
También puede estar presente en personas con trastornos del neurodesarrollo , en los que puede estar asociada a niveles bajos de comprensión o dificultades en la expresión, de modo que es utilizada para responder ante demandas. En estos casos la ecolalia suele ser más frecuente y sostenida en el tiempo.
La ecolalia puede presentarse como consecuencia de un déficit comunicativo, asociada a bajos niveles de comprensión y a la carencia de
estrategias para dar respuesta a la interacción social. El niño cuando se enfrenta a conceptos que no conoce puede usar la repetición de la palabra como una forma de aprendizaje.
Es importante evaluar el nivel de comprensión lingüística del niño. Podemos usar instrucciones sencillas y peticiones como estrategia para evaluar si el niño es capaz de entender conceptos y el vocabulario. Ejemplo: Dame la manzana. Coge el coche. Señala el color rojo.
Se pueden clasificar las ecolalias en función de varios criterios. Nosotros nos vamos a centrar en distinguir si una ecolalia es funcional o no lo es.
En la ecolalia funcional se usa el lenguaje con una clara intencionalidad comunicativa (demandas, peticiones, declarativos,representaciones, toma de turnos, etc).
En cambio la ecolalia no funcional responde al uso del lenguaje como sistema de autorregulación y no tanto a la intención comunicativa que suelen ser irrelevantes al contexto de la situación en la que se producen. A veces los niños procesan las frases que oyen como una unidad completa, asociada a situaciones concretas. Suelen ser estructuras rígidas y se reproducen de manera repetitiva. Un ejemplo puede ser la repetición de una frase que ha escuchado en televisión y que repite ante situaciones de miedo o estrés.
En cualquier caso la presencia de ecolalias es un buen indicador de un desarrollo posterior del lenguaje. Incluso las formas automáticas de ecolalia permiten al niño interactuar y experimentar con su efecto en su entorno cercano.
El objetivo de la intervención es dotar al niño de suficientes habilidades lingüísticas para facilitar la generalización de lo que ha aprendido y poder integrar estructuras sintácticas y morfológicas nuevas, generando así un lenguaje espontáneo y flexible. Cuanto mayor sea el nivel de competencia lingüística, mayores oportunidades tendrá el niño de generar un lenguaje espontáneo, creativo y flexible.
