La atención es un proceso que permite al individuo concentrarse en un estímulo . Durante dicho proceso se suprimirán los los elementos distractores ( el resto de estímulos ) mediante mecanismos inhibitorios.
La atención es una capacidad fundamental para consolidar el aprendizaje.Su característica principal es que constituye un proceso mediante el cual se filtra toda la información recibida a través de los sentidos y se dá prioridad a la que es relevante en la realización de actividades sensoriales, cognitivas y motoras.
Como bien sabéis los niños a estas edades les cuesta mantener la atención sobre una misma actividad. Tienden a dispersarse, es decir pasar de una idea a otra fácilmente.La atención del niño depende de varios factores:
Motivación y control de sus impulsos: La motivación es el deseo que impulsa a la conducta para conseguir un objetivo. Es un impulso mental que guía las acciones hasta una meta.
Interés: Ciertas características de los objetos captan su atención y despiertan su curiosidad por descubrir. A estas edades les atrae todo pero pierden enseguida el interés.
Conocimiento y competencia: Es importante saber que es lo que el niño sabe así como lo que es capaz de hacer sin ayuda. La evaluación inicial de las capacidades del niño ayudará a presentar actividades que atraigan y mantengan su atención.
Factores ambientales: Algunos ambientes pueden presentar dificultades para que el niño preste atención.Tenemos que acondicionar el lugar de trabajo evitando: ruidos, luces excesivamente llamativas, ambientes demasiados cargados con estímulos. Es conveniente regular una temperatura confortable. En todas las actividades propuestas en el blog se plantean de manera que exista una atención conjunta entre el adulto, el niño sobre el juego o el juguete.
Si es importante la implicación del niño en dicha actividad es todavía más importante que el adulto se involucre y participe activamente en el juego. No se trata de que el niño juegue sino que juguemos juntos. La actividad es una escusa para crear situaciones de atención conjunta y el adulto juega un papel fundamental. No lo olvidéis que sois la clave del éxito y recordad que la atención se debe desviar hacia la relación entre adulto y niño, y que no gire entorno a la que se establece entre el niño y el juguete.
Cuando tenemos como aliados a otros niños, es maravilloso, porque ellos se integran e involucran en el juego de manera natural. Los adultos quizás nos cueste un poco más. Si tenéis sobrinos, primos, amigos cerca podéis promover la aparición de momentos de juego que pueden ser enriquecedores.
Para niños con TEA, la dificultad de captar y mantener la atención es aún mayor, y es necesario el uso de estrategias que promuevan su aparición.Uno de los grandes objetivos en la intervención es dirigir la atención hacia las personas.
Es necesario crear un vínculo entre el adulto y el niño: en la que se establezcan intereses comunes y se desarrollen actividades conjuntas.
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Otro concepto muy importante y decisivo para el aprendizaje es la imitación. Es la base fundamental para el desarrollo de la conducta funcional, las pautas sociales y el lenguaje.
Muchos niños presentan dificultades en esta habilidad. La imitación suele aparecer a muy temprana edad, cuando el niño es aún un bebe.
Las dificultades en la imitación debe trabajarse en sesiones mediante un programa de estimulación.
La imitación requiere el desarrollo de los procesos psicológicos básicos.
El objetivo por lo tanto es que el niño aprenda a imitar para que sea capaz de desarrollar otras habilidades como la comunicación.
Algunas recomendaciones:
Colocate a su altura y permanece dentro de su campo visual.
Comienza por imitarle. Imita sus movimientos, sus gestos, sus vocalizaciones. Ésto llamará su atención.
Introduce nuevas variantes a los movimientos que imitamos.
Usa la mirada y el gesto de señalar con el dedo índice para dirigir la atención.
Utiliza imitación usando objetos. Los objetos sonoros suelen captar su atención. También son muy prácticos los juguete causa efecto, como la palanca que acciona una sorpresa. Es importante que los objetos estén por duplicados.
Pídele que imite tus movimientos dando ordenes claras. "Ahora tú","hazlo tú" .
Dale tiempo para que realice la imitación. Si vemos que no la realiza puedes guiarle o moldearle para que realice el movimiento.
Mantendremos las ayudas hasta conseguir una autonomía en la imitación. Iremos retirando las ayudas paulatinamente.
Por último y no menos importante, una vez realizada la imitación elogiaremos, premiaremos o reforzaremos dicha conducta.
Recuerda imitar es sinónimo de aprender.